Un ciudadano español está secuestrado en Colombia desde hace más de un mes. La víctima es Sergio Muñiz Brioso, natural de Oviedo, y su secuestro se produjo a comienzos de junio en la ciudad de Cali, capital del departamento del Valle del Cauca (suroeste).
El secuestro fue llevado a cabo por una banda de narcos a causa de una deuda de drogas. Al parecer, el asturiano viajó al país sudamericano para realizar una importante compra de mercancía ilegal y, al no abonar el pago, los proveedores le impidieron regresar a España, según indicaron fuentes oficiales. El caso está relacionado con la detención en la ciudad de tres matones que secuestraron a otro asturiano y a un colombiano en Colloto para tratar de cobrarse la deuda, el pasado mes de junio. Según ha trascendido, la familia del retenido, que reside en Asturias, estaría recibiendo "amenazas" de los captores.
El Juzgado de instrucción número 3 de Oviedo dictó el pasado 14 de junio una orden de prisión preventiva para los tres individuos detenidos por los sucesos de Colloto; los tres tienen numerosos antecedentes, entre ellos por homicidio doloso. Dos de ellos son de León, aunque tienen fijada su residencia en Vigo, y el tercer hombre es de Lituania. Los tres fueron detenidos por la Policía Local de Oviedo después de que uno de los secuestrados -residente en la ciudad- lograra escapar de sus captores cuando procedían a trasladarlo desde Colloto a Oviedo junto a su compañero, un colombiano que vive en la ciudad. Ellos dos fueron quienes contaron a la Policía que un conocido suyo se hallaba retenido en Colombia y que los secuestradores reclamaban un millón de euros por su liberación.
La investigación corre a cargo de la unidad de Policía judicial del Cuerpo Nacional, en colaboración con el Juzgado de instrucción número 3 de Oviedo, del que es titular la magistrada Begoña Fernández.
En la detención en las calles de la ciudad de los tres matones enviados a Oviedo a cobrarse la deuda intervinieron varias dotaciones de la Policía Local. La llamada de alerta se realizó desde un bar situado en la calle del Postigo Bajo adonde acudió a refugiarse el ovetense agredido en Colloto. Cuando era trasladado a Comisaría para declarar, al pasar por el Campillín vio a los tres hombres que lo habían secuestrado. Cuando los policías se acercaron a detenerlos, ni se inmutaron y no dijeron ni una sola palabra.
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