Alcalde de Bogotá Samuel Moreno fué enviado a prisión

En menos de cuatro años, el hoy suspendido alcalde de Bogotá, Samuel Moreno Rojas, pasó de brillante político con aspiraciones y perfil presidencial a detenido y principal responsable de la supuesta corrupción en millonarios contratos de obras públicas de la ciudad.

El entorno más cercano de Moreno consideraba que tras la llegada de su pupilo a la Alcaldía Mayor de Bogotá, en la que enarboló las banderas del izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA), lo siguiente era pulirlo ya no para buscar el segundo cargo del país, sino el primero: el de presidente de Colombia.

Moreno, seguidor incondicional del equipo bogotano de fútbol Millonarios, nació el 11 de febrero de 1960 en Miami, Estados Unidos (tiene también la ciudadanía de ese país), porque sus abuelos y sus padres, el abogado y político Samuel Moreno Díaz y la también política María Eugenia Rojas ("La Capitana"), estaban exiliados en ese momento.


Nieto del general Gustavo Rojas Pinilla, el último dictador que ha tenido Colombia (entre 1953 y 1957), Moreno fue elegido alcalde con más de 900.000 votos en los comicios de octubre de 2007 y asumió el cargo el 1 de enero de 2008 para un período de cuatro años.

Su formación académica pasa por ser licenciado en Derecho y Economía por la bogotana Universidad del Rosario. Luego cursó una maestría en Administración Pública en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy, de la Universidad de Harvard, amén de otras especializaciones en distinguidas universidades.

Su carrera en la política comenzó en 1982 como Coordinador Nacional de la Juventud de la Alianza Nacional Popular (Anapo), partido que había fundado su abuelo para intentar ganar la presidencia en 1970, algo que no logró.

Más adelante, entre 1991 y 2006, ocupó un escaño en el Senado, primero como militante de la Anapo y después como miembro del PDA.

Para llegar a la Alcaldía de Bogotá derrotó en una consulta interna a María Emma Mejía, actual secretaria general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y quien fuera también canciller.

Moreno, buen orador, sucedió como Alcalde Mayor de Bogotá a Luis Eduardo Garzón, también del PDA.

Casado con Cristina González, quien siempre lo ha acompañado en las diligencias judiciales, es padre de dos hijos, quienes al igual que su familia y allegados sostienen que es inocente de todos los cargos que le imputan.

A los pocos meses de asumir como alcalde, en enero de 2008, el capital político de Moreno se fue diluyendo rápidamente y las encuestas reflejaban el descontento de sus gobernados, quienes veían que la ciudad estaba sumida en el caos por cuenta y razón de los múltiples frentes de obras públicas que no avanzaban.

Finalmente, en junio de 2010, el escándalo explotó y entraron a escena el poderoso Grupo Empresarial Nule, hoy en día quebrado, y el contralor distrital Miguel Ángel Moralesrussi.

Ellos, otros dirigentes de entidades distritales y su hermano, Iván Moreno, son señalados como responsables de una intrincada red de contrataciones que cobraban coimas por multimillonarios contratos para hacer obras públicas en Bogotá.

Todos ellos están presos ahora.

Las denuncias venían de todos lados, pero el que más fuerte habló, con pruebas, fue el excandidato presidencial Gustavo Petro, quien hizo parte del mismo partido de Moreno, el PDA.

A partir de esa fecha, la desaprobación de los bogotanos contra Moreno fue más fuerte y ésta llegó a niveles insospechados: 85 %.

A ese hecho se sumó que su hermano, Iván, fue detenido y acusado por la presunta comisión de los delitos de cohecho impropio, concusión y celebración indebida de contratos.

El círculo se fue cerrando y en mayo pasado Moreno fue suspendido de su cargo de alcalde por el procurador general de Colombia, Alejandro Ordóñez, quien consideró que había incumplido su deber de vigilar los recursos públicos y el cumplimiento de los contratos.

Ahora, Moreno, quien aún ostenta el cargo de alcalde toda vez que no ha sido condenado, espera despejar su futuro en el juicio, mientras permanece detenido en una estación de Policía de Carabineros, en Bogotá.
Agencia EFE