Aprobada en Colombia la Ley de Víctimas y reparación de tierras

Con la presencia de Ban –Ki Moon presidente de la ONU, el presidente Santos, sancionó la ley, que tendrá una vigencia de 10 años. Es el propósito político de construir un verdadero Estado nacional en Colombia.
Según la versión histórica del Senado, fue desde l985, cuando en nuestra opinión, hombres sin conciencia y sin Dios empezaron el exterminio, aniquilación física e intimidación política y social de la UP, simultánea con otro alboroto bélico y trágico cuando el M19 se tomó el palacio de justicia y promovieron los terratenientes y el aparato militar, los paramilitares.

Estos últimos surgieron para combatir la guerrilla y restaurar la civilidad democrática, pero también fueron tentados por el estiércol del demonio y el poder político. Poder, dinero, sexo. El mundo de la guerra supuestamente para combatir la guerrilla comunista pero distorsionaron sus ideales.



El texto aprobado de la ley reúne todas las víctimas del conflicto, señalando la población civil, guerrilleros y paramilitares, el ejército. Un caso único e histórico. En un solo saco víctimas y victimarios, lo que nos demuestra la sinrazón de la guerra entre colombianos.

Tiene la ley como objetivos la creación de un marco jurídico, para la devolución de tierras arrebatadas, usurpadas a sus legítimos propietarios. Será una reparación tardía, pero justa de amplio contenido moral y económico. Tendrá en cuenta también las minorías étnicas.

Es una página de la historia que revela una nueva aurora, así no repitamos el eufemismo gramatical ‘conflicto’’, en contraste con las sucesivas torturas, los crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad. Difícil borrar de la memoria histórica las violaciones permanentes a las mujeres, so pretexto de la guerra, la falta de clemencia, de bondad, la saña envilecida y la tortura. Soslayar la iniquidad de esas bestias sin alma, para la cual fue creada la Corte Penal Internacional.
En tiempos de Alberto Lleras presidente en 1959, se polemizaba sobre la devolución de tierras, pero el aparato estatal recibió ataques de escribidores, notarios, jueces y algunos caporales. Fue en esa época cuando se intentó nombrar a Álvaro Gómez, Minagricultura.

Idéntico planteamiento estatal en el gobierno de Andrés Pastrana, pero ya existían fenómenos delincuenciales extraviados sobre la sanidad del cuerpo social. Narcotraficantes y paramilitares.
Santos quiere restituir antes de terminar su mandato dos millones de hectáreas. Según estadísticas entre el 2002 y el 2010 se restituyeron 11.300 hectáreas. Pero ya el gobierno actual toma en cuenta que existen un millón de hectáreas en el proceso de extinción de dominio.

Otro punto de la discusión es el costo de las soluciones que dará la ley, que se calcula en 2.3 billones anuales, equivalente a 23 billones en 10 años. El intríngulis, la sostenibilidad fiscal en el rubro presupuestal. Pero en un país de contrastes tan marcados, las diferencias entre las clases sociales, los sectores mas pudientes en contraste con la guacherna insolvente y la ambición de los políticos corruptos que desterraron la honestidad de sus vidas y que quieren una tercera oportunidad crea incertidumbre sobre el futuro de aplicación de la ley de víctimas.

Pero la restitución será menor que el costo de los contratistas Nule, los señores Moreno Rojas de Bogotá, la Dirección Nacional de Estupefacientes, algunas cooperativas de trabajo asociado.

Ya va pasando la hora de que el Incoder y la DNE hoy pillados y descubiertos, le ayudaban a los narcos. Se trata de devolverle a miles de familias campesinas, labriegos sus dehesas, sus sabanas, sus huertos, sus casas que les fueron arrebatados a sangre y fuego por los usurpadores y sus ejércitos de carroñeros. Se anuncia que 4 millones de colombianos sufrieron la violencia en 26 años, se busca la reconciliación entre hermanos de una misma patria, existe la voluntad política de reconocer los errores, buscar la verdad, resarcir moral y económicamente a las víctimas ¿alcanzara la plata?
Autor: Francisco Javier López Zuloaga de la Crónica del Quindío

OPINION DE RUDAMES (El Ojo del Halcón):
Asistir a la sanción de la Ley de Víctimas fue algo muy agradable y satisfactorio para quien como yo lleva más de 42 años como periodista, y que me ha tocado cubrir noticias tan importantes como la Constituyente, las visitas papales, la promulgación de la Constitución del 91, la toma de la Embajada de República Dominicana, la toma del Palacio de Justicia, la desgracia de Armero y muchas cosas mas, pero de verdad que anexo a mi bella experiencia, la emoción que sentí cuando a las seis y un minuto de la tarde, el presidente Juan Manuel Santos estampaba su firma sancionando la Ley habiendo sido precedido por los ministros del Interior, Germán Vargas Lleras, de Hacienda, Juan Carlos Echeverry y de Agricultura, Juan Camilo Restrepo Salazar. Estaba allí el Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, el señor Ban Ki-moon, representantes del cuerpo diplomático acreditado en el país, los ex presidentes Belisario Betancur y Ernesto Samper Pizano, un buen grupo de congresistas y representantes de la sociedad civil, entre ellos, algunas de las víctimas de esa guerra fratricida que ha sufrido el país por más de 60 años. La sonrisa de satisfacción del Secretario de la ONU lo dijo todo y creemos que a pesar de que mucha gente no crea posible poner en práctica esta ley, nosotros creemos que sí y también creemos como el presidente Santos que si esto sucede fue porque valió la pena de que él hubiese llegado al solio de Bolívar. La historia será la que diga la última palabra y esperamos vivir muchos años para ser testigos de ello. Fueron muchas las voces en contra de lo que estaba sucediendo, pero fueron más las voces de esperanza por un mañana mejor.