Para una pareja colombiana aniversario de boda se convirtió en una pesadilla

Ramón de Jesús Cardona y su esposa, Magnolia López, volvían a casa a la medianoche después de celebrar, con un par de amigos, el segundo aniversario de su matrimonio.

La alegría y los brindis por muchos años más se convirtieron en pánico y desesperación cuando, en la estación de metro Puerta del Sur, se toparon con unos guardias de seguridad.

“Nuestro amigo había tomado algunas copas de más, así que decidimos bajar en ascensor por si se nos rodaba las escaleras”, nos cuenta Magnolia todavía con el miedo en el cuerpo.

“Entonces vinieron los guardias y nos dijeron que no, que nadie iba a bajar por el ascensor. Nuestro amigo le dijo que teníamos derecho y el guardia lo tiró contra el ascensor”.

En ese momento se desencadenó la pelea. Ramón intervino para defender a su amigo y acabó recibiendo una terrible paliza de parte de dos uniformados, mientras un tercero lo mantenía inmovilizado.

“Yo vi a esos hombres con esa fuerza y esa altura, yo gritaba: me lo están matando y me metí para que no le dieran más”, revive Magnolia la noche más aterradora su vida. “De verdad, cuando lo vi subido a la camilla del Samur, pensé que se me moría”.

Afortunadamente Ramón sólo está de baja, pero su condición es vigilada por profesionales. Recibió decenas de golpes de porra en el cuerpo y tiene una lesión en la cabeza que, dicen los médicos, hay que vigilar porque se marea mucho, vomita y le duele todo el cuerpo. La pesadilla para esta pareja de pereiranos, con diez años en España, terminó cuando se paró la golpiza porque llegaba la Policía. Sin embargo, ahora les queda recorrer el camino de buscar justicia.

Ya denunciaron a la empresa de seguridad privada y a los vigilantes por agresión y racismo: “Le gritaban hijo de puta, vas a morir, gilipollas”, recuerda Magnolia. “Se ensañaron muy feo con él”. Ahora falta esperar el juicio y que Ramón recupere la tranquilidad que la paliza también le arrebató.
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